Como ya hemos ido viendo hasta ahora, la mejora de vida está hecha de pequeños pasos que nos van llevando hacia las sensaciones, experiencias y relaciones que deseamos y nos hacen sentir bien.
Muchas personas me preguntan hacia dónde dirigir esos pasos, cómo saber dónde están nuestros talentos, capacidades y tendencias.
El artículo de hoy irá dedicado a ese tema, aunque no será el último.
Lo único que vas a necesitar es tu curiosidad y un espíritu de experimentación para que ésta búsqueda sea agradable y divertida.
El principal problema con el que nos vamos a encontrar es que convivimos con nosotros/as mismos/as todos los días: nos hemos acostumbrado y hemos perdido la perspectiva.
¿Nunca te ha sucedido que eres capaz de comprender la situación de otra persona al instante, pero te resulta imposible comprender qué te está sucediendo a ti?
Los seres humanos utilizamos una serie de mecanismos mentales y emocionales para ocultarnos nuestras propias experiencias.
Uno de esos mecanismos es la proyección: veo en el mundo lo que llevo en mi interior.
Si mis emociones son tristes y oscuras, así será el mundo para mí.
Pero si me levanto con alegría y vitalidad, parece como que el sol brilla más y las flores huelen mejor.
Generalmente se suele utilizar la proyección para detectar y solucionar problemas, pero…¿Y si la utilizamos para detectar nuestras capacidades y talentos?
El ejercicio que te propongo hoy es, como siempre, sencillo:
Haz un listado de cosas que admiras de otras personas: cuáles son sus cualidades y capacidades, sus talentos, sus logros,…
Ahora, por favor, presta atención: TODO LO QUE ADMIRAS EN LOS DEMÁS ES PORQUE YA LO LLEVAS EN TU INTERIOR, AUNQUE PIENSES QUE NO.
Tanto si lo que te atrae es el carisma como la capacidad de decisión o la facilidad de palabra, te puedo asegurar que eso ya lo tienes dentro.
Seguro que hay otro montón de capacidades y talentos que no has citado porque no te interesan o no despiertan nada en ti.
Pero las cualidades que has puesto en la lista, YA TE PERTENECEN. Si no, carecerías de la sensibilidad para captarlas y darles importancia.
Ya sé que esto puede parecerte extraño, pero así como proyectamos nuestros defectos, también proyectamos nuestros mejores aspectos.
He conocido a muchas personas que han tomado conciencia capacidades que no sabían que tenían y al desarrollarlas han encontrado una profunda fuente de bienestar.
En un principio te costará asumirlo porque nos han educado para tener una imagen pobre de nuestra persona.
Si te hubiera dicho que admitieras algún defecto, lo habrías hecho sin problemas.
Pero cuando se trata de admitir una cualidad, la cosa cambia: algo en nuestro interior protesta y chirría a la hora de admitir lo bueno que tengo.
Bien, si ya has visto cuál es tu mejor lado, ahora toca desarrollarlo.
Ya sabes que soy muy partidario de la Psicología Positiva, y que siempre es mejor y más útil desarrollar nuestras capacidades, por pequeñas que sean, que andar corrigiendo supuestos defectos.
Pero no te preocupes, en futuros artículos te daré más técnicas para que poco a poco vayas encontrando tu camino y las herramientas para desarrollarlo.
Pero antes, te animo a realizar el ejercicio de éste artículo.
Antes de despedirme, me gustaría invitarte a que te suscribieras a mi página. Puedes hacerlo en el recuadro que estás viendo: todo es totalmente gratis y me permitirá irte avisando sobre los artículos y novedades que vayan surgiendo y te enviaré un consejo de Desarrollo Personal cada semana.
Te garantizo que tus datos (nombre de usuario y dirección de email) no serán utilizados para ningún tipo de publicidad.
Te invito también a dejar tus comentarios, ya que tu eres la parte más importante de ésta página..
Saludos.
Ibón.
5