Nos han engañado.
Nos han enseñado que la vida es un continuo acumular posesiones, amantes, experiencias, títulos,…
Y se supone que eso nos tiene que hacer sentir bien.
Pero todos/as sabemos que eso no es así.
Sabemos que hay una parte de la historia que no nos han contado.
Por eso, sobre todo en ciertos momentos de la vida, nos encontramos con que algo no marcha.
Tenemos demasiados hábitos y costumbres como para darnos cuenta de que viajamos sobrecargado/as.
No nos han dicho que el coger es solo la mitad del vivir.
La otra mitad es el soltar.
Y no te estoy hablando de renunciar a nada, sino de liberar lastre, de hacer una limpieza de vida.
A menudo guardamos cosas que no sabemos que guardamos.
Llevamos sobre nuestros hombros odios enquistados que nos oscurecen los días.
Y penas de amor que el tiempo tenía que haberse llevado hace mucho.
Oportunidades perdidas que por el motivo que sea nunca se materializaron y que solo pertenecen al mundo de los recuerdos.
Proyectos que hace ya mucho que dejaron de insuflarme vida.
Esperanzas que, en lo más profundo, sabes que no son más que sueños de otras épocas.
Relaciones que me entorpecen y no me dejan llegar a ser lo que de verdad deseo.
Placeres ya pasados cuya visión me impide apoderarme del disfrute que la vida me ofrece.
Culpas por cosas que hice o no hice, pero que sólo sirven para que sienta dolor.
Vergüenzas que sembraron en mi interior, haciéndome creer que era una persona inadecuada, inacabada o mal hecha.
Todo esto y mucho más son las cosas que no nos han enseñado a soltar.
Cosas que tal vez en algún momento nos sirvieran de algo, pero que ahora no son más que objetos inútiles y polvorientos que cada vez pesan más.
Porque, como dice la sabiduría oriental, una mano que siempre está cerrada no es una mano, es un puño.
Para que una mano sea una mano, debe ser capaz de abrirse y de cerrarse.
Y nosotros/as, para poder vivir, necesitamos coger, pero también soltar.
Es una auténtica pena que un artículo como éste no sea suficiente para transmitir la importancia del aprender a soltar.
Pero si deseas conocer más éste tema, puedes seguir éste enlace para escuchar el audio.
Espero que te guste.
Y recibe un fuerte abrazo.
Saludos.
Es verdad…e incluso a veces soltarnos de nosotros mismos sería enriquecedor…