Hola amigos/as:
Hoy seguimos con ésta serie de artículos dedicados a dar herramientas a las Personas Emprendedoras, positivas y dinámicas.
A todos nos ha pasado que en algún momento difícil nos ha fallado la motivación. Por algún motivo tienes un mal día y aquello que tanto deseabas ya no te parece tan importante.
Si decides introducir algún cambio a mejor en tu vida, es fundamental que aprendas a motivarte, a dirigirte hacia tus objetivos, porque nadie lo va a hacer por ti.
Lo que voy a explicar a continuación tal vez sea un poco difícil de entender, pero es la llave para aprender a no decaer en nuestros procesos.
Imagina por un momento un trozo de tarta de chocolate: lo tienes cerca de tu cara, está recién hecho, es esponjoso y todavía suelta vapor, llenando la casa con su aroma,…¿A QUE TE APETECE COMÉRTELO?.
Imagínate ahora una fotografía en blanco y negro de unas rosquillas secas tiradas encima de una mesa vieja. La mesa se ve lejana y además se ve borrosa… ¿TE APETECE COMERTE ESAS ROSQUILLAS?
Esto que acabamos de hacer lo hemos tomado prestado de la Programación Neurolingúística (PNL) y nos enseña que el nivel de motivación y el cómo algo nos atrae está en función de cómo lo representemos.
Sabiendo manejar nuestras representaciones, podremos conseguir cambios espectaculares en el consumo de alimentos o cigarrillos, por ejemplo.
Yo te voy a dar las pautas principales para aprender a jugar con la imaginación, pero a ti te corresponde practicar con ellas para que puedas decidir si quieres que algo te motive más o menos.
Veamos las pautas:
- Un objeto cercano siempre atrae más que uno lejano, y mejor aún si nos vemos metidos dentro de la propia escena.
- Cuanto más colorido sea lo que imagino más me motiva, Cuanto menos quiero que me motive, más lo seguiré viendo en blanco y negro o en sepia.
- Debo intentar involucrar todos los sentidos en mi representación: si puedo, debo ser capaz de tocar, oler, oír, saborear y ver en mi imaginación.
- Si lo que imagino está en movimiento, me atraerá más que algo estático.
- Algo que yo me represente como grande, me atraerá más que algo pequeño.
Se ha descubierto que muchas personas que no son capaces de dejar de comer determinado alimento que les perjudica, representan dicho alimento en su imaginación con todos los elementos que los hacen irresistibles.
Si te fijas, esto no es nada nuevo. Los anuncios publicitarios lo utilizan continuamente.
Lo bueno de ésta forma de representar objetivos es que cuando lo vas repitiendo varias veces, al final se automatiza, y se convierte en un objetivo natural que tiene mucho poder de arrastre. Una buena visualización puede hacer incluso que los demás se sientan motivados por tu objetivo.
Bien, ahora que sabes cómo hacerlo, te invito a que juegues con ello: primero piensa qué es lo que quieres, después observa cómo te lo representas en tu interior, y finalmente haz la representación más potente que puedas y repítela. Verás cómo cambia hasta tu forma de andar…
Mientras vas practicando el tema de hoy, por favor, compártelo con todas las personas a las que creas que le puede venir bien. Sería una pena que estos conocimientos fueran solo para unos pocos.
Si tienes cualquier duda, mándame un correo o deja un mensaje en la web.
Saludos y mucho éxito.
4