¿Conoces esa sensación de darte cuenta de que te estás metiendo en problemas y que, sin embargo, tienes que seguir adelante?

Eso es exactamente lo que me está sucediendo ahora mismo.

Cada vez que en conferencias, cursos o seminarios he tratado el tema de cómo liberarse de las personas manipuladoras, he empezado a recibir ataques por todas partes.

Es lógico y natural.

Una persona manipuladora juega con el anonimato, con que los demás no sepan lo que está haciendo.

Su herramienta principal es la confianza que ha sabido despertar en la otra persona. Si ésta se ve quebrada, no tiene margen de maniobra.

Por éstas razones le da tanta rabia a quien manipula que se hable de éstos temas: descubre su juego.

Si de verdad deseas liberarte de las manipulaciones de otra persona, hay varias cosas que debes tener siempre bien presentes:

La primera es que lo más importante para la persona manipuladora es el dominio sobre los demás.

Si pierde el dominio, se transforma y pasas a convertirte en su enemigo/a.

Hará todo lo posible y lo imposible por manchar tu nombre y poner a todas las personas posibles en tu contra.

Además la sensación de que has sido capaz de ver a través de sus máscaras se le hace insufrible.

Recuerda que quien manipula vive de su (falsa) imagen, que es su herramienta principal. El hecho de poner esa imagen en peligro le saca de quicio.

Si te quieres liberar de alguien así, seguramente llevarás mucho tiempo bajo su influjo (¿años?).

Si es así, prepárate para lidiar con las oleadas de rabia que vas a vivir al darte cuenta de que has estado viviendo de una manera sometida durante tanto tiempo.

Sí, ya sé que tu primer impulso va a ser enfrentar a esa persona y decirle las verdades a la cara.

Pero, créeme, eso no funciona.

La persona manipuladora lleva años creando una red de engaños, rebajando tu imagen, poniendo a los demás en tu contra… Y todo ello sin necesidad de gritar ni ejercer ningún tipo de violencia.

Quien va a quedar como una persona perturbada eres tú, porque va a tener argumentos de sobra para llevarte la contraria.

Recuerda que mientras que a ti las discusiones te desgastan, a la otra persona le llenan de vida y le resultan estimulantes.

Además, ha estado jugando con tus emociones más nobles, mientras que, en su caso, no tiene ese tipo de emociones: las suyas son más bien rabia, desprecio y deseo de dominio.

Así que no sueñes con que le vas a hacer sentir culpable.

De todas formas, tendemos a pensar que estas personas son muy inteligentes, y no es así.

En cuanto se dejan los afectos fuera de la ecuación, son totalmente previsibles.

A estas alturas, imagino que ya te estarás preguntando:

 ¿Cómo hacerlo?

Te resumo el método en una sola palabra: DISTANCIA.

Si una persona manipuladora basa su estrategia en el roce continuo, en generar un influjo constante, vamos a quitárselo.

Te recomiendo que poco a poco vayas distanciando y enfriando la relación. Cada vez le verás menos tiempo y le tratarás de una forma más superficial.

Por supuesto, uno de tus primeros desafíos va a ser suministrarle cada vez menos información personal y emocional, ya que es la munición que utiliza en tu contra.

Si te pregunta si te sucede algo, con tu cara más comprensiva, le dirás que tu vida se ha complicado, que tienes más obligaciones, o menos tiempo,… Lo que se te ocurra.

Te aseguro que no hay estrategia que desarme más a una persona de éste tipo que éste  alejamiento, en el que no le das argumentos sobre los que discutir ni un blanco que golpear.

Sí, todas las personas manipuladas desean algún tipo de venganza más expeditiva, pero no te lo aconsejo.

He visto ésta estrategia funcionar muchas veces y te aseguro que la progresiva pérdida de poder y de influencia sin poder hacer nada al respecto, les duele muchísimo.

Tienes que contar además, con que intentará (ya te he dicho que son previsibles) el truco de la culpa: “no esperaba esto de ti”, “por qué me tratas así”,…

No te dejes engañar, esas frases están en el “manual” de toda persona a la que le guste engañar a los demás, sobre todo si pertenecen a su familia o han mantenido una relación de mucho tiempo con ella.

Si te fijas, la tuya va a ser una estrategia campeona, porque estás utilizando contra el/a manipulador/a sus mismas armas. Ya sabes, “no hay mejor cuña que la de la propia madera”.

Ten en cuenta, además, que si dan tanta importancia a la apariencia, es muy poco probable que se decidan a montar una escena.

Y después,… ya sabes, soltar, olvidar y construir nuevas relaciones que sean enriquecedoras y positivas.

Espero, de corazón, que éste artículo te haya sido de utilidad.

Espero tus opiniones.

Saludos.