¿Qué me dirías si te dijera que no tienes que conformarte con lo que la vida te ofrece en éste instante?

A menudo me encuentro con personas que dan por hecho que su vida va a ser tal y como la han vivido hasta ahora.

Pero la ciencia dice lo contrario.

Resulta que muchas de las cosas que damos por asumidas, como nuestra forma de ser, nuestras capacidades, nuestras emociones o nuestra inteligencia, no solo no son reales, sino que son aprendidas.

Desde la más tierna infancia, no hemos dejado de recibir millones de mensajes que nos han ido moldeando a nivel inconsciente.

No es lo mismo crecer en un entorno en el que se considera que eres una persona digna y capaz que el hacerlo en una familia en la que parece que sobras.

Las palabras y actitudes de los demás tienen efectos.

Evidentemente, si todo el estímulo que recibimos es negativo, nos provoca un efecto de represión, nos encoge, nos convierte en una versión mucho más pequeña de lo que somos capaces de ser.

Pero eso no quiere decir que esa versión sea definitiva.

Da igual nuestra edad, sexo o nivel cultural: se puede aprender a modificar estados de ánimo, pensamientos y actitudes ante la vida.

Existen técnicas y profesionales que se dedican a desarrollar esos aspectos más ocultos de nuestro interior.

Y no hablamos de magia ni nada parecido.

Hablamos de trabajo basado en resultados.

Hablamos de hipnosis, autosugestión, bioretroalimentación, terapias corporales,…

Sí, existen los medios.

Te recomiendo que investigues y encuentres alguno a tu medida.

Y no sólo para sanar heridas.

También para desarrollar esos potenciales que seguro que tienes.

Pero si quieres más información sobre cómo nos programan y nos influyen, no dejes de escuchar el audio que podrás encontrar en ésta misma página (en la sección de audios, por supuesto).

Espero que disfrutes de éste viaje de exploración y que sirva para que tu vida sea tan dichosa como te mereces.

Nos volvemos a encontrar en el siguiente artículo.

Saludos.