¿Alguna vez has intentado cambiar algo en tu vida una y otra vez y siempre se te ha resistido?

Es una sensación muy frustrante que a veces deja paso a la desesperación.

Ya se trate de trabajo, carácter, relaciones o nuestra forma de ver la vida, parece que nunca seremos capaces de superar ese obstáculo.

Parece casi como si viviéramos una maldición.

Notamos que hay algo que siempre tira hacia el lado que no queremos.

Y ese algo se llama EL INCONSCIENTE.

Sí, ya sé que hay muchas personas que piensan que todo lo relacionado con el inconsciente son fábulas e invenciones.

Pero te aseguro, después de muchos años de práctica profesional, que es algo muy real.

Se trata de una serie de respuestas automáticas, o si lo prefieres, “programas”, que siempre hacen que nos encontremos con el mismo tipo de reacciones por nuestra parte: ira, ansiedad, problemas en las relaciones sociales, tendencia a crear conflictos, soledad, tristeza…

Pero también es cierto que hay personas que tienen el inconsciente bien programado y da la sensación de que la vida les sonríe, de que todo lo que les sucede es para su bien: se relacionan y tienen éxito con naturalidad.

Ahí radica la importancia de éste tema si pretendemos hacer mejoras permanentes en nuestra vida.

Si nuestro inconsciente nos quiere llevar en una dirección y nuestra mente nos quiere llevar a otro lado, al final siempre gana el inconsciente.

La única opción sensata es enseñarle a ir hacia donde nos interesa.

Aprender a reprogramar el inconsciente, a cambiar las pautas dañinas que perjudican nuestra vida, no sólo es una opción: es la puerta que nos lleva al bienestar y al logro de nuestras metas.

Se puede hacer de varias maneras: autosugestión, creación de nuevos hábitos, hipnosis, revocación de patrones dañinos,…

Una de las cosas que tienen en común todos éstos métodos es que utilizan la visualización.

Aprender a visualizar, en contra de lo que muchas personas se creen, es una habilidad que se aprende. Cuanto más hábil seas practicándola, más fácil y efectivo serás a la hora de crear cambios en tu vida.

¿EN QUÉ CONSISTE?

En realidad, la palabra “visualización” no ayuda mucho, porque se trata de la utilización imaginada de los cinco sentidos, no sólo la vista.

Se trata de utilizar la imaginación para ser capaces de sentir lo que deseamos.

Aunque no hay nada que pueda sustituir a la formación en persona, te voy a proponer unos pequeños ejercicios para que vayas tomando contacto con la técnica:

  • Imagina por un momento, con los ojos cerrados, que sujetas una rosa blanca con tus manos: ¿Eres capaz de sentir su peso, el tacto de sus pétalos y su aroma?

Sí, ya sé que al principio no es fácil, pero el esfuerzo merece la pena.

  • Imagina ahora que estás en tu cocina, preparando tu plato favorito: ¿Puedes ir sintiendo, con todos los sentidos, lo que vas haciendo, paso a paso?: preparar los alimentos, los aromas, los sonidos, el tacto, los sabores, lo que sientes,…
  • Vayamos un paso más allá: ¿Eres capaz de imaginar un día de playa, con sus sonidos, el sol, el viento, la arena, el calor,…?

Si lo has conseguido: ¡Bravo!

Si no lo has conseguido, no te preocupes: sólo te falta un poco de práctica.

CÓMO LO SOLEMOS UTILIZAR.

Ahora te voy a decir algo que te va a sorprender: en realidad, sueles utilizar ésta técnica todos los días y casi siempre para tu perjuicio.

Piensa en todas esas veces en las que te imaginas, sin quererlo, las discusiones que vas a tener. O los conflictos. O la falta de dinero. O las enfermedades.

O piensa en todas esas veces que recuerdas con total claridad esas experiencias del pasado que te duelen o te limitan.

En todas ellas, estás programando el inconsciente.

Las últimas investigaciones señalan a que nuestra imaginación y nuestros pensamientos afectan no sólo a nuestras actitudes, pensamientos y sentimientos, sino que condicionan también nuestra salud física y mental.

 

¿Y QUÉ PINTA EN TODO ESTO LA VISUALIZACIÓN?

En éste camino que estamos haciendo juntos, uno de los pasos más importantes es que te des cuenta de que no sólo puedes controlar tu imaginación, sino que  puedes utilizarla para mejorar tu calidad de vida, tus relaciones, tu alegría y tu bienestar.

Es una herramienta muy poderosa, tal vez la más poderosa. Y si aprendes a utilizarla de la forma adecuada, puede ayudarte a cambiar muchos aspectos de tu vida de una forma que no te puedes imaginar.

A éstas alturas te estarás preguntando de dónde te viene esa programación inconsciente que tanto te perjudica, que te lleva a equivocarte en lo mismo una y otra vez.

La respuesta: ¡Cada historia es diferente!

Puede ser algo que te haya sucedido cuando eras muy pequeño/a, demasiado para recordarlo.

O puede que tu familia te haya programado en determinada dirección.

Tal vez tu entorno social te haya marcado de una forma insospechada,…

Pero créeme si te digo que ÉSTO NO ES LO IMPORTANTE.

Lo importante, y éste es el objetivo de éste artículo, es que tomes conciencia de que EXISTEN HERRAMIENTAS PARA TRANSFORMAR ESO QUE SIEMPRE TE EMPUJA EN LA DIRECCIÓN QUE NO QUIERES.

No estás condenado/a a repetir siempre la misma historia.

Para finalizar, como ejercicio práctico de visualización, te invito a que imagines, con el mayor realismo posible, cómo sería tu vida si hubieras conseguido ese cambio en tu interior que tanto deseas.

Te recomiendo que no seas una persona tímida a la hora de imaginar. Comienza captando las sensaciones y vete dándote cuenta de cómo te van cambiando las emociones.

Aprende a jugar con ésta herramienta tan potente, y sobre todo, no la utilices para sentirte mal.

Más adelante, en futuros artículos, iremos viendo cómo utilizar todo esto para cambiar nuestro contexto real de vida.

Pero si de momento vas aprendiendo a visualizar y a domesticar tu imaginación, habrás dado un salto de gigante.

 

ÁNIMO Y DISFRUTA DEL PROCESO.

 

Como siempre, te invito también a comentar éste artículo y a hacer tus preguntas y sugerencias.