Seguro que muchas personas te han dicho que tienes que aprender a centrarte en el presente.

Pero es muy posible que no te hayan dicho el cómo hacerlo, ni el por qué es importante.

Eso es lo que te voy a contar en éste artículo.

Como ya sabrás, la mayor parte de las personas vive lejos del aquí y el ahora: han perdido la capacidad de percibir lo que tienen justo delante.

Y eso se hace porque se prefiere ese estado de evasión a lo que se encuentran en el momento presente.

En realidad, ésta es una verdad universal poco conocida: Cuando lo que siento en éste momento es difícil, doloroso o desagradable, hago algo para sentirme mejor.

Puede ser que aquello de lo que huya sea el dolor, la tristeza o la angustia.

Aunque a veces las sensaciones son bastante menos espectaculares: el aburrimiento, la sensación de soledad o la falta de sentido en la vida.

Y huimos de muchas maneras:

Hay personas que utilizan la comida como forma de escape.

Otras utilizan el alcohol.

O la inmersión total y absoluta en las redes sociales.

La forma más sencilla de huir de la realidad es utilizar nuestra propia mente. Estamos todo el rato evadiéndonos y pensando en cosas que existen en un mundo paralelo: el del pensamiento.

Cuando a las personas se les dice esto, su primera reacción es a sentirse culpables, lo que empeora el problema.

Entendámoslo: Si huyo del presente para no sentirme mal, lo peor que puedo hacer es culpabilizarme por ello.

En realidad no hay culpa, ni delito, ni culpable.

Pero sí hay una razón por la que te conviene aprender a centrarte en el presente.

Como ya sabrás, cada uno de estos artículos que escribo es un pequeño paso que te conduce a un objetivo final: LA LIBERTAD EMOCIONAL.

Al final, vas a ser capaz de controlar lo que sientes, a vivir permanentemente en las emociones más positivas y productivas, dándole así un cambio a tu vida y dirigiéndola hacia donde deseas. Y siempre de forma consciente.

Dentro de éste método de trabajo, uno de las habilidades que tienes que aprender es a estar presente aquí y ahora.

Pero no te equivoques: no hay nadie que sea capaz de estar presente en éste instante durante todo el día, a menos que hablemos de grandes maestros espirituales.

La buena noticia es que no te hace falta llegar a ese nivel.

Vamos a aprender a desarrollar esa capacidad poco a poco, de forma tranquila.

Otra cosa que no te han dicho es que los efectos de la práctica son acumulativos: aunque sólo seas capaz de centrarte durante un minuto, ésa práctica se unirá a la anterior y poco a poco la capacidad se irá desarrollando.

Una de las posibles vías de desarrollo de la capacidad de centrarse en el presente es el MINDFULLNESS, que es un conjunto de técnicas dirigidas a éste fin.

También puedes optar por sus hermanos mayores: LA MEDITACIÓN, EL ZEN O EL YOGA.

Pero para que te inicies en éste mundo, te voy a proponer una serie de ejercicios que podrás hacer sin problemas.

Insisto: plantéatelos como una experiencia agradable, un experimento.

Veámoslos:

  • Céntrate en tus respiraciones y cuenta cuántas puedes hacer sin pensar en otra cosa(a menudo muchas personas no pueden ir más allá de una).
  • En tus momentos más placenteros: (un baño, una comida,…) haz un repaso a tus sentidos y nota qué puedes sentir con todos ellos (qué hueles, qué tocas, qué oyes,…)
  • Cuando estés hablando con una persona que te interesa, quédate con todos los detalles: cómo es su voz, cuáles son sus gestos típicos, qué palabras utiliza,…
  • Cuando hagas una tarea grata: cocinar, elegir la ropa que te va a poner,… céntrate en las sensaciones, lo que sientes y lo que percibes.

Mientras haces éstos simples ejercicios, te recomiendo que no juzgues los resultados (lo que hagas está bien hecho) y que te olvides de los pensamientos (que en realidad no te aportan nada en ese instante).

Si te lo tomas como un juego, notarás que es una sensación agradable y que poco a poco todo esto se convertirá en una costumbre.

Si haciendo esto te invaden malos pensamientos o sentimientos, no te preocupes, déjalos pasar.

Más adelante aprenderemos a transformar los sentimientos dolorosos en otros agradables.

Pero vayamos poco a poco.

Sobre todo, no pierdas de vista el objetivo final: poder ser capaz de cambiar lo que sientes y convertirlo en una fuente continuada de felicidad y bienestar.

Pero, mientras tanto… disfruta del ahora.

Y cuéntame tu opinión.

 

Saludos.