Antes de nada, quisiera pedirte disculpas.
Ya te habrás dado cuenta de que el ritmo de publicaciones de ésta página ha disminuido.
La razón de ello es que estoy creando un apartado de audios y un canal de youtube.
Así, además de leer los artículos, podrás escuchar programas especiales y podrás ver también videos sobre esos temas que tanto nos gustan.
Como ya habrás imaginado, todo esto tiene mucho trabajo detrás, así que te pido un poco de paciencia, ya que hasta final de verano no podré recuperar el ritmo anterior de publicaciones.
Para entonces, ya tendrás muchas más opciones y contenidos en la página.
Gracias por tu comprensión.
Pero … vayamos al tema del día:
¿Te has preguntado alguna vez cuándo una persona mete más la pata?
Hay un proverbio japonés que dice: ”Cuando venzas en la batalla, apriétate el casco”.
Contra toda lógica, la experiencia me ha enseñado que los mayores errores que cometen las personas es cuando se confían, cuando tienen éxito.
Hay un fenómeno psicológico muy curioso que nos dice que la mente se adapta enseguida, tanto al fracaso como al éxito.
Cuando varias cosas seguidas nos salen mal, nos entra una especie de sensación de maldición, de que hagamos lo que hagamos, siempre nos vamos a encontrar con el fracaso.
Si tenemos éxito varias veces seguidas, por el contrario, nos entra una sensación de omnipotencia, de que hagamos lo que hagamos, el éxito nos sonreirá.
Y es precisamente en éste momento cuando tenemos que tener más cuidado, porque es cuando la atención y la sensibilidad de las personas se relajan.
Como se tiene la sensación de que lo normal es el éxito y el triunfo, se descuida lo que se hace y lo que se dice, atrayendo consecuencias difíciles de calcular.
¿Cuál es la recomendación que hace la psicología?
En los momentos de éxito, lo primero es celebrarlo, por supuesto.
Pero además, hay que prestar atención al control de gastos, a no despilfarrar los beneficios obtenidos.
También hay que aprovechar las nuevas oportunidades que trae todo momento de triunfo.
Y, sobre todo, es el momento ideal para cuidar las relaciones con otras personas, poniendo especial atención a la arrogancia.
Es increíble la cantidad de personas que destruyen lo que han conseguido precisamente en estos momentos de subida emocional.
Por otra parte, cuando varias cosas nos han salido mal, es el momento de darse cuenta de que todo en la vida funciona como acción y reacción: si las cosas me han salido mal, me tengo que dar cuenta de que hay algo que he estado haciendo de forma equivocada y es el momento de cambiar mi forma de actuar.
Pero, sobre todo, hay que darse cuenta de que no existen las maldiciones.
Es el momento de echar mano de la fuerza de voluntad y del coraje, de no dejarse apabullar y seguir adelante.
Porque una persona sólo pierde cuando se rinde.
Y a menudo, la clave está en no desistir cuando estamos a poca distancia de la meta.
Julio César, que sabía bastante sobre ganar y perder, decía que la clave de la victoria está en resistir.
Y no es que sea fácil.
Si has vivido lo suficiente, ya sabrás que hay días en que mantener la cabeza alta, la sonrisa en el rostro y los objetivos a la vista no es fácil.
Hay que obligarse para no dejar que el ánimo decaiga.
De todas las cualidades que se pueden adquirir con la práctica, tal vez la más importante sea la fe en uno/a mismo/a.
Eso es lo que marca la diferencia.
Como siempre, espero tus comentarios.
Saludos.
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