Permíteme que te haga una pregunta:
¿Cuál crees tú que es el principal ingrediente del éxito?
¿Será el atractivo físico?
¿O tal vez la inteligencia?
¿Tal vez la red de contactos?
Sí, ya sé que no es una pregunta fácil y que para cada persona el éxito es algo diferente.
Pero como no hay prisa, tómate tu tiempo para responder…
Los investigadores se lo han preguntado esto desde el nacimiento de la psicología: los resultados son sorprendentes.
Se hizo un experimento que nos dará luz sobre qué es lo que necesitamos para llegar a nuestros objetivos.
Imagina un grupo de niños a los que se les hace una propuesta:
Se les dice que hay un dulce en la mesa, que el investigador se va a marchar y que si aguantan una hora sin comérselo, se les regalará otro.
Pero si se lo comen al instante, no habrá más.
Ésta investigación tan sencilla dio unos resultados sorprendentes.
Un gran porcentaje de los niños se comió el dulce a la primera, pero un pequeño porcentaje fue capaz de aguantar para conseguir el segundo dulce.
La investigación siguió la pista de los niños ¡Durante más de veinte años!
Se descubrió que las personas que desde pequeñas eran capaces de hacer sacrificios para conseguir una meta en el futuro, conseguían el éxito en la vida en todos los aspectos estudiados.
A esto se le llamó “demora de la gratificación”.
Es la capacidad de realizar sacrificios con vistas a conseguir algo en el futuro.
Son las personas capaces de perseverar y creer en sí mismas, sabiendo que la recompensa llegará en el futuro.
Ésta cualidad tan simple, en realidad, no es tan frecuente como podríamos pensar.
La mayor parte de las personas están acostumbradas a la gratificación inmediata.
No son capaces de perseverar en sus objetivos y se rinden antes de conseguir nada, a menudo justo antes de alcanzar la meta.
Por otra parte, hay personas que no destacan especialmente en ningún aspecto, pero con su perseverancia, consiguen metas que, de entrada, quedan fuera de sus posibilidades.
Muchas veces, como decía Julio César, “vence el que resiste”.
Pero no debemos pensar que ésta es una capacidad con la que se nace: También se puede aprender a cualquier edad.
Quizás uno de los primeros pasos que debe dar una persona que quiere conseguir sus objetivos es independizarse de las opiniones de los demás: la sensación de impotencia y de incapacidad son contagiosas.
Hay personas que cuando ven que alguien a quien menospreciaban comienza a obtener resultados, intentan hundirla.
Por suerte, no son una mayoría.
Un segundo paso fundamental es el “modelado”: búscate modelos de personas que hayan conseguido lo que tú quieres y aprende lo que tienen que enseñarte.
Además, es fundamental rodearse de personas positivas y animadas, crear un círculo de confianza con el que compartir sueños y proyectos.
Otra de las habilidades que se pueden aprender para realizar los esfuerzos es saber visualizar y tener los objetivos claros en mente.
Pero esto lo aprenderemos en otro artículo, ya que aprender a generar y visualizar objetivos es un arte en sí mismo.
Finalmente, te voy a dejar con una frase de Henry Ford, que define bastante bien el poder de las creencias:
“Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, tienes razón”.
Espero tus opiniones.
Saludos.
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