¿Y si te dijera que muchas de las cosas que has aprendido son mentira?

No, no te estoy hablando de la película “Matrix” ni nada parecido.

Solamente te estoy diciendo que todas las personas tenemos nuestros límites, pero no sabemos cuáles son.

Como casi todo el mundo, imagino que tendrás una idea aproximada de tu inteligencia, de tu capacidad de resolver situaciones o de tu carácter.

¿Si?

¿Y si te dijera que casi todo eso es aprendido?

Bienvenido/a al mundo de las expectativas.

Te propongo un experimento.

La próxima vez que estés con un niño o una niña, te invito a que te fijes en sus gestos y en su forma de actuar.

Y verás que en muchos aspectos actúan como sus padres.

Y nadie se lo ha enseñado.

Porque una parte enorme de nuestro aprendizaje se realiza de forma inconsciente.

Aprendemos absorbiendo de nuestro ambiente.

Lo que cuesta entender es que absorbemos lo que se dice y lo que no se dice.

Esto quedó demostrado en un experimento que hizo un investigador de Harvard, Robert Rosenthal.

En un curso de Primaria y en otro de Secundaria, dijo a los profesores que ciertos alumnos eran superdotados.

Los nombres de los alumnos los dijo al azar.

Y prohibió a los profesores que comentaran esto a los alumnos.

A los meses, se comprobó que los resultados de éstos alumnos mejoraron mucho.

Esto nos dice que las expectativas que los demás tienen sobre nosotros nos afectan a nivel inconsciente.

Si durante tu infancia has tenido la bendición de que pensaban que eras una persona talentosa y capaz, puedes tener la seguridad de que eso te ha afectado de forma positiva.

Pero lo cierto es que la mayoría de las personas se han visto influidas por las expectativas negativas de otras personas.

Si normalmente sigues mis artículos, ya sabes que no soy una persona dada a lamentrse del pasado.

Si has sufrido expectativas negativas que te han limitado, es el momento de replanteártelo y de empezar a ponerte a prueba y a ir un poco más allá. A ir agrandando los límites de tus capacidades.

Verás que muchas de tus barreras eran imaginarias.

Y no estoy cayendo en un discurso positivista.

Sólo te estoy invitando a tantear tus límites reales.

Durante unos días, te invito a que pruebes a hacer algo que te apetece y que te han hecho creer que no eres capaz de hacer.

Éste es un tema que nos abre enormes posibilidades.

Si te das cuenta de que todavía no conoces tus posibilidades,el éxito estará empezando a llamar a tu puerta.

 

Saludos.