Todos/as deseamos encontrar esa persona que nos acompañará en el viaje de la vida.

Y todos/as queremos acertar en nuestra elección.

Lo malo es que no existen fórmulas mágicas ni técnicas secretas que garanticen el éxito.

Pero si hay una par de maneras seguras de conseguir que una relación naufrague.

O que, al menos, cree extraños juegos de dependencia que no suelen traer nada bueno.

De todas formas, para comenzar a abordar el tema, te voy a proponer una idea que suele dar mucho que pensar:

Con mi pareja debo sentirme mejor que solo/a. Si con mi pareja me siento peor que cuando no la tengo, esa relación no tiene sentido.

Ésta idea parece de sentido común. Pero, por desgracia, muchas personas no la tienen clara.

Por supuesto que se te ocurrirán miles de casos diferentes, excepciones y particularidades, pero esto solo es un enunciado general.

Pero centrémonos en esas dos fórmulas del fracaso en las relaciones.

Te aviso que van en contra de muchas películas románticas y de los mensajes que nos transmiten.

Quizás por eso muchas personas se resisten a cambiar su vida.

Y da igual tu orientación sexual: suelen funcionar siempre.

Veámoslas:

1-Tú me completas:

Quizás una de las imágenes que más ha dañado el mundo de las relaciones es la de “la media naranja”.

Se supone que nuestra vida es incompleta hasta que encontramos a una persona maravillosa que completa todas nuestras carencias y nos da aquello que nos faltaba.

Si nos fijamos, ésta es la mejor manera de decir que somos seres incompletos.

Pero la realidad nos enseña que para tener una relación madura y equilibrada, primero debemos aprender a ser seres autónomos, con nuestras propias características, a sentirnos bien en nuestra propia piel.

Y después, ya conoceremos una persona que hará que nos sintamos mejor aún, pero a la que no necesitamos para sentirnos bien.

2-“Ya le cambiaré”:

No te podrías ni imaginar la cantidad de personas que he atendido en mi consulta cuyos problemas se derivan de ésta frase.

Desengáñate: Las personas no suelen cambiar, porque supone un gran esfuerzo.

Al comienzo de las relaciones, las personas suelen aparentar ciertos cambios, sobre todo para seducir a su pareja.

Pero no son duraderos: se suele volver a patrones anteriores.

El problema radica en que hay características de nuestra pareja que consideramos fundamentales y otras no tanto.

Asume que hay aspectos de tu pareja con los que no vas a estar de acuerdo o no te van a gustar.

Intenta que éstos sean los aspectos menos importantes para ti.

E intenta que coincidáis en los fundamentales.

Pero, te lo suplico: No pienses que vas a poder cambiar a esa persona y que vas a moldearla a tu gusto.

Éste es el camino más directo al sufrimiento.

Sencillamente, elige a una persona a tu gusto.

Si piensas que no eres capaz de atraer a una persona que te vaya, casi siempre se debe a que tienes algún problema de autoestima, no a la realidad.

Por lo tanto, recuerda:

  • Aprende a sentirte bien por ti mismo/a y después elige una pareja con la que sentirte mejor aún.
  • Elige a una persona que te guste tal y como es, a la que aceptes y que te acepte, sin necesidad de cambiarla.

Y, sobre todo, dales un lugar al bienestar y a la felicidad en tu vida.

 

Espero tus comentarios y sugerencias.

Saludos.