Este artículo va dedicado a las personas que sufren Malos Tratos.

Malos Tratos de verdad.

Sean hombres o mujeres, adultos o niños, jóvenes o ancianos.

Y no hablo solo de parejas, sino también de familias y círculos de amistades.

Y abusos sexuales.

Y todas las vejaciones que se pueden dar donde debería haber confianza, cariño y respeto.

Porque hay varias cosas que tienes que comprender.

Debes comprender que NO vas a cambiar a esa persona.

Tal vez te prometa que cambiará, que tenéis un futuro juntos, que tú le has provocado, … y tantas y tantas mentiras que son los cimientos de una relación que duele.

Otra idea que tienes que tener clara es que esa persona funciona con valores muy diferentes de los tuyos.

Tal vez para ti lo importante es estar a gusto, la alegría, el cariño o sentir ilusión.

A la otra persona eso no le dice nada.

Créeme, llevo años viendo la misma historia con rostros diferentes.

La otra persona valora las relaciones en términos de dominio- sumisión.

Una persona debe dominar y las demás deben someterse.

Tal vez tu primer impulso cuando ves una persona herida sea socorrerla.

Para una persona maltratadora, el primer impulso es ahondar esa herida, debilitar a la persona, hacerle dudar de sí misma.

Y el primer paso siempre es el mismo: aislar a la víctima, para que no tenga referentes, red social ni ayuda de ningún tipo.

Por eso te voy a dar un consejo que pueden serte de utilidad.

No tienes por qué comprender a la persona que te maltrata.

Porque vive en un mundo diferente al tuyo.

Porque pertenece a una especie diferente de la tuya.

Una especie incapaz de sentir empatía por los demás.

Una especie que disfruta mintiendo y confundiendo a quien le rodea.

Una especie que se alimenta de dolor.

Da igual si te cuenta que su infancia fue terrible, porque hay muchas personas con infancias que no podemos ni imaginar, que derrochan amor con las personas que les rodean.

Da igual si te dicen que lo sienten, porque muchos estudios dicen que éstas personas tienen dañada la zona cerebral de la empatía.

Es decir, que no van a cambiar.

Piensa, por favor, que tu principal objetivo es ponerte fuerte.

Y alejarte de lo que te produce tanto dolor.

Porque no merece la pena vivir en ese juego perverso en el que siempre saldrás perdiendo.

Por eso, te invito a que pienses en lo que de verdad quieres y necesitas.

Porque te lo mereces.

Saludos.