Como ya sabrás, tengo la suerte de dedicarme a lo que me apasiona.
La Psicología, por supuesto.
Y trabajo en ella desde la consulta y desde la Formación.
La verdad es que dar clases de Psicología es para mí un auténtico disfrute.
Y la principal razón de que esto sea así es que no pasa un día en que no aprenda algo nuevo.
Como todo Formador sabe, los Alumnos son los Maestros.
Me enseñan, por ejemplo, cuáles son las dudas más frecuentes que tienen las personas.
Y una de las más frecuentes, que aparece en casi todos los cursos, es si ser una persona tímida es algo malo.
Siempre les digo que no es lo mismo ser una persona tímida que ser una persona introvertida.
Si te parece bien, te voy a definir brevemente lo que es una persona introvertida y lo que es una persona tímida.
- Una persona introvertida es aquella que, aunque no tenga ningún problema en relacionarse con los demás, prefiere estar sola la mayor parte del tiempo. Y lo hace, sencillamente, porque está más a gusto así.
- Una persona tímida, sin embargo, lo pasa mal cuando se relaciona con las demás personas. Se le disparan reacciones que no puede controlar, como son temblores, sequedad en la boca, sudores, tensión corporal,…
La cosa es que una persona introvertida, desde el punto de vista de la Psicología, es considerada como absolutamente normal.
Se trata de un rasgo de carácter como otro cualquiera.
De hecho, los rasgos introvertido-extrovertido se estudian desde hace muchos años.
Pero la timidez es otro asunto.
Una persona tímida debería aprender a manejar sus reacciones para mejorar su calidad de vida, tanto en lo personal como en lo profesional.
Porque lo que nunca nos cuentan es que las personas tímidas lo pasan realmente mal.
Les cuesta controlar sus reacciones.
Y a menudo se fabrican una máscara social.
La buena noticia es que existen varias formas de trabajar la timidez.
Todo es cuestión de desarrollar nuevos hábitos, de adquirir habilidades.
Llevará su tiempo, pero te aseguro que puede ser un proceso de crecimiento de lo más interesante.
El primer paso que se debe dar es descubrir que no hay nada malo en ti.
Si eres una persona introvertida, estás bien como estás.
Si eres una persona tímida, tienes la posibilidad de aprender nuevas formas de funcionar.
Pero tú sigues siendo una persona tan válida como cualquiera.
Y quien te diga que no, es alguien que no te conviene.
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