Si recuerdas, seguro que alguna vez has intentado modificar el comportamiento de los demás en función de tus intereses.
Es normal.
Es parte de la vida en sociedad.
Pero no es de eso de lo que quiero hablarte.
Hoy hablaremos de otro tipo de personas: de aquellas para las que la manipulación es parte de su personalidad.
Parafraseando a Nietzsche, diríamos que “hay un tipo de almas mediocres cuyo mayor placer es conseguir manejar las voluntades, emociones y pensamientos de personas mucho más capaces e inteligentes que ellas”.
Esas son las personas de las que nos vamos a ocupar, aquellas cuyo mayor talento es manipular la vida de los demás.
Seguro que si te pones a pensar, conoces o has conocido a alguien que coincide con ésta descripción.
Y no estamos hablando de una enfermedad.
Hablamos de quienes tienen en su naturaleza el mentir, engañar y utilizar a los demás por el mero placer de hacerlo.
Podríamos pensar que, con ésta actitud alcanzan grandes niveles de poder, pero en general, esto no es así.
La mayoría de las personas de éste tipo que he conocido no llegan a ocupar grandes puestos en la sociedad.
La explicación es bien sencilla: la mayor parte de las personas no es estúpida y tarde o temprano se dan cuenta de que han sido manipuladas.
Y ésto genera una profunda sensación de rabia a hacer que te sientas estúpido/a.
La próxima vez que esa persona se acerque a ti se encontrará con las puertas cerradas.
Y aunque se piense que son seres especialmente inteligentes, esto dista mucho de la realidad: sencillamente juegan con que los demás no somos capaces de concebir que se pueda ser de esa manera.
Llegados a éste punto, la mayoría de las personas se pregunta por qué éstas personas son así.
En mi opinión, ésta es una pregunta equivocada: deberíamos preguntarnos “¿Cómo lo hacen?”.
Sólo respondiendo a ésta pregunta podremos protegernos y ahorrarnos una gran cantidad de disgustos.
Eso es, exactamente, lo que vamos a hacer en éste artículo.
Aunque el tema podría darnos para largo, hoy vamos a ver, a grandes rasgos, cuáles son las técnicas favoritas de los/as manipuladores/as.
Vamos a ello:
- Es capaz de hacerte sentir bien, querido/a y apoyado/a, para que, cuando le interese, le sea posible retirar todas esas emociones positivas y hacerte sentir la persona más miserable de la tierra.
- Tiene accesos de rabia u otras emociones negativas hasta que consigue que hagas lo que quiere.
- Critica tus emociones diciendo que están fuera de lugar o que no son “normales”.
- Te hace ver que su forma de ser es la ideal y la tuya es inapropiada, o al menos, no tan buena como la suya.
- Intenta manejarte dándote consejos que no has pedido, pero que es “de mala educación” rechazar.
- Te da cierta información “íntima” para que tú hagas lo mismo, pero siempre la que tú das es más comprometida.
- Introduce otra persona en vuestra relación para que sientas celos.
- Se hace siempre la víctima y nunca tiene culpa de nada.
- Desvía la atención de la víctima, para que pienses que en realidad los problemas son cosas que tú tienes en mente, pero que no son reales.
- Utiliza las insinuaciones, para que cuando le vayas a confrontar pueda decirte “yo no dije eso”.
- Te hace sentir culpable y responsable de su “sufrimiento”. Por lo tanto, te carga con la tarea de hacerle sentir bien.
- En lugar de pasar por alto cuando cometes un error, se encarga de que sientas una profunda vergüenza, que es una de las emociones más terribles que puede albergar el ser humano.
- Te dice exactamente lo que quieres oír. Por eso no te das cuenta de que son palabras vacías: “te amo”, “he estado toda mi vida esperando a alguien como tú”,…
- No tiene coherencia Según el momento se comporta de una forma o de otra, creándote una sensación de caos e inseguridad.
- Te invalida, te hace sentir una persona estúpida, incompetente e inútil, por ejemplo, restando importancia a tus méritos y aumentando la importancia de tus errores.
- Miente con naturalidad y a todas horas.
- Te aísla, para que no dispongas de la visión de la realidad que te aportan otras personas.
- Te oculta la información que no le conviene.
- Utiliza la memoria selectiva, recordando únicamente lo que le interesa.
- Genera miedo mediante la ira o creándote inseguridad en cualquier aspecto.
- Hace de menos tus emociones, sentimientos u opiniones. También intentará hacerlo en público.
- Te pone, siempre que puede, a la defensiva.
- Te halaga en exceso para obtener información o conseguir que hagas algo.
Evidentemente, se podría alargar la lista, pero con estos apuntes ya te habrás dado cuenta de que lo que alguien manipulador busca es debilitarte para poder utilizarte a su antojo.
A menudo, ni tan siquiera obtiene beneficio: solamente lo hace por el por el placer de sentirse una persona poderosa.
En otro artículo, te describiré las señales que indican que has sufrido manipulación.
Espero que lo que hemos visto hoy te sirva para darte cuenta de las situaciones en las que intentan utilizarte.
Y también para que empieces a crear las tan necesarias barreras frente a éste tipo de personas.
Te agradecería que me enviaras tu opinión (hay lectores que piensan que soy demasiado “poco sutil” al abordar éste tipo de temas).
Espero tus mensajes.
Saludos.
4.5