Nos encontramos personas tóxicas en todos los ámbitos de la vida. Da igual que hablemos del trabajo, de las amistades o de la familia. En este artículo vamos a aprender a identificar a algunas personas tóxicas que tenemos alrededor. Y como dice la novela DUNE: “El primer paso para librarse de una trampa es saber que existe”.
Para empezar, tenemos que saber que el mundo de las personas tóxicas es muy amplio. Aunque son una minoría, sus efectos en los demás son muy potentes. El primer paso para no caer en sus juegos es el ser capaz de identificarlas. Hagamos, pues, un pequeño ejercicio.
Te proponemos varios tipos de personas tóxicas, y tú les vas poniendo cara en función de las personas que hayas conocido en tu vida. Te darás cuenta que escribimos en masculino, pero no quiere decir que no haya mujeres tóxicas. De hecho, la proporción es similar. Por desgracia, nos encontramos personas tóxicas en los dos sexos.
Empecemos:
- El perverso-narcisista:
Es un tipo de persona que no ha madurado, con una rabia interior continua. Disfruta destruyendo lo que es bello y bueno.
- El mentiroso:
Se siente poderoso cuando ve que te crees sus mentiras, y más cuando ve que sus mentiras consiguen que hagas lo que no debes.
- La víctima:
Se cree que es la única persona que sufre, cuando a menudo está mucho mejor que tú. Repite su tema continuamente, y no respeta ni tu tiempo ni tu espacio.
- El energúmeno:
Se pone como loco, grita, insulta,…y todo para salirse con la suya y dominar a los demás. Si no asusta, no tiene poder.
- El bromista:
Bromea y hace chistes, pero siempre con un fondo agresivo. ¡Pero no se te ocurra gastarle una broma!.
- El manipulador:
Engaños, mentiras, esperanzas, moral,…todo le sirve para conseguir que hagas lo que no quieres hacer.
- El cruel:
No puede evitarlo. Disfruta con el dolor ajeno. Y si no lo hay, lo provoca.
- El seductor:
Crea una relación en la que lo único que sacas es dolor, mientras la otra persona te tiene en un puño. Pero sin gritar, eso si.
- El maledicente:
Envenena famas, reputaciones, vidas, relaciones,…todo por la espalda y sólo por fastidiar.
- El vampiro:
Se aprovecha de tu tiempo, de tu trabajo, de tus cuidados, de tu paciencia,… tú lo haces y él se lo lleva.
- El frío:
Sabe perfectamente que a veces un silencio es peor que un latigazo. Y lo usa.
- El psicópata:
No eres para él mas que un medio para un fin. No es que no quiera conectar con los demás. Es que no puede.
- El arrogante:
En el fondo un inseguro, se dedica a regar la imagen grandiosa que tiene de sí mismo con el dolor de los demás.
- El pesado:
Todo lo consigue a base de insistir, y si vives con uno, sabrás que son inagotables.
- El monstruo de Status:
Para ellos hay dos tipos de personas: los que están arriba y los que están abajo. Y dos tipos de relaciones: dominio o sumisión.
- El peleador:
Para estas personas, un día sin discutir es un día perdido. Y piensan que tienen mucho carácter.
- El amargado:
No solo ven lo más feo del mundo, sino que a la larga, te quitan las ganas de vivir.
- El traidor:
Su juego es siempre el mismo. Ganarse la confianza del otro para luego traicionarle, obteniendo de ello gran placer.
- El castrador:
Su misión es impedir que os demás alcancen todo su potencial, sembrando las dudas e inseguridades.
- El envenenador:
Consigue meter a los demás en sus rencillas y odios personales, creando a final un ambiente irrespirable.
¿Ya les has puesto cara?.
Más adelante seguiremos trabajando el tema, pero recuerda que el primer paso es siempre alejarte de éstas personas todo lo posible. Su simple contacto te mancha.
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