Cuando quieres introducir un cambio en tu vida o aprender algo nuevo, siempre hay un primer paso. En este artículo te contaremos por dónde empezar y cuál es ese primer paso que debes dar. Pero si te parece bien, para explicártelo mejor, vamos a utilizar una historia tradicional.
“Sucedió hace mucho tiempo, en un gran monasterio Zen. El Gran Maestro, que también era el Abad, tenía la reputación de ser un hombre amable y sabio. Un día pidió a todos los monjes que se reunieran en el gran patio, adornado con jardines de piedra y plantas aromáticas.
-“Ya soy un anciano- les dijo- y mi días están contados. Deseo dejar el monasterio a un sucesor, pero debe demostrar que estará a la altura. Por eso, os haré una única pregunta y el que dé la respuesta correcta, será el elegido como Gran Maestro”.
Los monjes, viendo una gran oportunidad ante ellos, le preguntaron:
-” ¿Cuál es esa pregunta, Maestro?”.
Señalando un antiguo muro de piedra, dijo:
-“¿Cuál es la altura exacta de este muro?”.
Los monjes no salían de su asombro ante la extraña pregunta.
-“Doce palmos y medio”- dijo uno.
-“Trece palmos y cuarto”- dijo otro.
Y así, poco a poco, todos los monjes fueron dando sus opiniones.
Cuando todos hubieron terminado, el anciano, con el rostro lleno de tristeza, se arrodilló y tocó el suelo con la frente.
Al incorporarse, les dijo:
-“Perdonadme por no haber sabido enseñaros el Camino. Ninguno de vosotros ha dado con la respuesta correcta”.
Los monjes se miraron unos a otros sin comprender nada, y finalmente, el más osado de todos le preguntó:
-“Maestro, ¿Cuál es la respuesta correcta?”.
El maestro, con la expresión de quien dice algo evidente, contestó:
-“La respuesta correcta es: NO LO SÉ ”.
Ya lo ves, el primer paso siempre es darse cuenta de que no sabes lo que necesitas aprender. Y no es fácil, porque a menudo creemos que sabemos. Nos falta la humildad y la sinceridad de asumir que podemos estar equivocados.
Y ahora te estarás preguntando cuál es el segundo paso.
Es un paso muy sencillo, pero muy, muy importante: Darte cuenta de que eres capaz de aprender, de que si otros lo han hecho, tú también eres capaz de hacerlo.
Eso es lo que marca la diferencia.
Deja tu comentario