Lo imagino como si lo estuviera viendo.
Seguro que de vez en cuando echas la vista para atrás y te acuerdas de esa situación en la que te engañaron.
Tal vez se aprovecharon de tu buena fe.
O puede que sacaran partido de una situación que te había alterado.
Puede ser incluso que quienes te engañaron abusaron de su puesto o poder.
Y de todo eso sólo te queda una profunda rabia.
Unas ganas enormes de vengarte y un pensamiento de haberte comportado como una persona estúpida.
Pero permíteme que te diga una cosa.
No te han engañado porque seas estúpido/a o porque no tuvieras información.
Generalmente te engañan por un problema de IMAGINACIÓN.
Sí, como lo oyes.
La mayor parte de las veces te han engañado porque te has relajado, has confiado y no eras capaz de imaginar que esa persona fuera capaz de eso.
Estamos hablando de NEURODIVERSIDAD.
Está más que demostrado que juzgamos el mundo por nuestros propios patrones.
Y eso es más peligroso de lo que parece.
Hay personas que, debido a su desarrollo, utilizan el cerebro de una manera, mientras que otras lo hacen de otra.
Y esto afecta a la percepción, a la atención, a las emociones y a las relaciones.
Imagina por un momento una persona que sea extremadamente empática, que capte enseguida las emociones de los demás y que las sienta con gran intensidad.
¿Cómo va a entender que hay otras personas que no tienen ningún tipo de empatía y que además sienten un placer enorme humillando a los demás?
Te invito por un momento a que intentes ponerte en la piel de un director de orquesta , de un usurero, de un asesino o en la de un monje que se pase todo el día rezando.
Imposible, ¿verdad?
Pues bien, muchos de los grandes dolores de tu vida han venido porque no podías imaginarte que la persona que tenías enfrente era sádica, extremadamente egoísta, cruel o extremadamente ambiciosa.
No, es imposible saber cuántos tipos de personas hay, lo que sienten o hasta dónde son capaces de llegar.
Hay personas que por sentirse importantes son capaces de arruinar a toda su familia.
Y otras, que son capaces de jugarse la vida por salvar a un desconocido.
Los humanos somos una especie de lo más extraña-
Pero lo que nunca, nunca tienes que perder de vista es que hay personas muy diferentes de ti a las que nunca llegarás a comprender, aunque convivas con ella durante un millón de años.
Por eso, uno de los consejos que más a menudo se dan desde la consulta es el de “no pienses que los demás son como tú”.
Además, hay que añadirle otro matiz: las personas, a lo largo del tiempo, cambian.
No conviene pensar que una persona a la que conociste hace años, permanecerá igual.
Si lo prefieres, también te lo puedo decir con una frase de Picasso:
“El tiempo también pinta”.
Que tengas una feliz semana.
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