Seguro que alguna vez has pensado que no tienes ningún talento natural. Puede que las personas cercanas a tí te lo hayan dicho más de una vez…que careces de talento. Todos hemos conocido a alguien así a lo largo de nuestra vida. Reciben diferentes nombres: envidiosos, controladores, manipuladores, perversos, castradores… Son esas personas que se dedican a impedir que otras personas desarrollen sus capacidades. Son incapaces de asumir que cada persona tiene, como mínimo, un talento en el que supera a otras personas. Y eso es, precisamente, lo que no pueden permitir. ¡Como si eso fuera algo malo!
Los encontramos en todos lo ámbitos de la vida: jefes, compañeros, amigos, padres, asesores, o simples desconocidos a los que les cuesta ver brillar a otras personas. Se dan en uno y otro sexo y a cualquier edad. Y es imposible comprender por qué lo hacen. Es muy difícil entender la saña con la que persiguen el crecimiento y la mejora de ciertas personas. Y lo peor de todo, casi nunca lo hacen a las claras. Porque su técnica favorita es el sabotaje pasivo, el destruir reputaciones y oportunidades. Y son alérgicos a la felicidad y al placer que trae el ejercitar las propias capacidades y talentos. Por suerte, son pocos. No son la mayoría de las personas.
Pero es inevitable que a lo largo de tu vida te encuentres con alguien así. Y si no sabes detectar a esa persona, seguirá apretando su tenaza hasta que olvides que tienes dentro de ti una capacidad especial, algo que haces con facilidad y que te llena. Es parte de la vida. Es algo que te pone a prueba y te endurece. Y te enseña la capacidad de dejar cosas atrás, de olvidar. Porque la segunda parte de su trampa es que les guardes rencor para siempre. Y hasta que no te puedas centrar en tu vida y en aquello que te hace sentir bien, no te habrás liberado.
Y por eso, precisamente, hemos creado esta Academia. Porque ya hay demasiadas personas intentando frenar a los demás. Pero resulta que a nosotros nos gusta el TALENTO. Nos gusta que las personas aporten sus capacidades a la sociedad. Y que les vaya bien.
Nos gusta que las personas se den a conocer y tengan éxito. Porque así ganamos todos. Nos dedicamos a potenciar tanto a los alumnos de nuestros cursos como a nuestros docentes. Nos encargamos de la promoción de nuestros profesores. Porque con cada talento que se frustra, el mundo sale perdiendo. Porque no tenemos problemas de ego: nos gusta ver a las personas brillar. Ver cómo desarrollan aquello que conocen y les apasiona, aquello para lo que se han preparado. Ojalá todas las personas que trabajen con nosotros se hagan muy famosas y tengan un futuro brillante. Y no es una utopía. Sencillamente es lo que nos gusta hacer: apoyar el talento en todas sus formas y colores.
Y mejorar la CALIDAD DE VIDA de las personas. De TODAS las personas.
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