A menudo se habla de “la zona de Confort”.
Ya sabes, ese espacio físico, mental y emocional en el que nos movemos a diario.
Nos hace sentir cómodos, porque lo controlamos.
Pero no nos permite crecer ni ir a más, porque todo lo nuevo implica aventura.
Pero si me lo permites, voy a recuperar una palabra mucho más castiza que habla exactamente de lo mismo.
Y sí, viene del mundo de los toros.
La palabra es “QUERENCIA”.
La “querencia” es el espacio en el que el toro se encuentra cómodo, fuerte, seguro.
Es el espacio al que intentará volver si tiene que defenderse.
Será donde situará a su manada para poder protegerla.
Y resulta que nosotros, desde niños, también tenemos nuestra “querencia”.
Y la verdad, eso no es malo.
A menudo se nos habla sobre nuestra zona de confort como si fuera algo de lo que hay que huir.
Si me lo permites, te traigo otro concepto más, que es básico para el aprendizaje y para la vida en general.
Se trata de la “Zona de Desarrollo Próximo”, la ZDP.
En realidad, se trata de algo sensato y totalmente lógico.
Si vas a hacer un cambio a mejor en tu vida, no tiene por qué ser algo radical.
Puedes ir introduciendo mejoras, aprendiendo cosas y mejorando tu situación de una forma más o menos controlada, sin perder la perspectiva y sin alejarte demasiado de lo que ya conoces.
Poco a poco, de forma inteligente.
Con pequeños riesgos y logros, calculados y deseados.
Esa es nuestra Zona de Desarrollo Próximo.
El ir ampliando nuestra zona de “Querencia”.
El ir agrandando nuestro ámbito de vida hasta llegar al punto en el que deseamos estar.
¿Qué a veces vamos a tener miedo?
Por supuesto.
¿Qué vamos a sentir cierta incomodidad?
Es necesario.
¿Qué lo vamos a agradecer el resto de nuestra vida?
Sin duda.
Saludos.
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