Muchas personas piensan que una sociedad solo puede ir hacia adelante, en una especie de avance permanente.
Pero por desgracia, no es así.
En algunas cosas avanzamos y en otras retrocedemos.
Y a veces perdemos de vista ideas y conceptos que nos pueden venir de maravilla.
Por eso, de vez en cuando, rescataré alguna de esas cosas del pasado, para que no se pierdan.
Y hoy voy a rescatar, no una, sino dos palabras.
“Puer” o “niño” (“Puella” si es niña).
Y “Senex”, si es “anciano” o “anciana”.
La cosa es que, según creían los romanos, cualquier persona podía ser “puer” o “senex” a cualquier edad.
Me explico.
Hay personas que tienen una tendencia natural al juego, a la diversión, …
Estas personas están como pez en el agua durante la infancia y la adolescencia, aunque después tienen que forzar un poco su carácter para adaptarse a la vida madura.
Y añoran mucho su época de juventud.
Estamos hablando de las personas “Puer”.
De hecho, si una persona era incapaz de madurar, se le llamaba “Puer Aeternus” o “Puella Aeterna” (“niño/a eterno/a)
Otras, sin embargo, son más serias por naturaleza.
En la infancia son niños y niñas más serios.
Y en la adolescencia les cuesta más encajar con lo que se cree que debe ser una adolescente.
Pero les pasa algo curioso.
Según van cumpliendo años, se encuentran cada vez más cómodas, y para ellas la madurez y el ir envejeciendo no son dramas ni nada que se les parezca.
Parece como si estas personas cada vez estuvieran más cómodas en su piel.
Éstos son los “Senex”.
A menudo me preguntan si un niño serio o un anciano juguetón son “normales” (¡Maldita palabra!).
Lo único que puedo contestar es que las personas funcionan según su naturaleza.
Por otra parte, lo que te he explicado en este artículo está muy simplificado, pero creo que ya te habrás hecho una idea.
Ahora viene la pregunta:
¿Qué eres tú? ¿”Puer” (“Puella”) o “Senex”?
Deja tu comentario